La cultura es un concepto muy amplio. Una definición destacada es que la cultura es como la Capadocia. Siempre que sigues buscando, encuentras un nivel inferior que termina enseñándote muchas cosas que desconocías. Es difícil definir el concepto por su extensión, debido a todos los ámbitos que atañe, aunque se puede concebir como todo aquello que provoca emociones y tiene una influencia en quien la emite y quien la recibe.
También nuestros entrevistados nos mencionan cómo nos hacen creer que la cultura es algo biológico y natural desde que nacemos cuando en realidad se nos culturiza en función de nuestro género. Es decir, dependiendo del sexo con el que naces. Después, eso influye en muchos otros factores. La cultura pone límites a la libertad en muchas ocasiones a causa de opresiones patriarcales, racistas, machistas etc. Además, la cultura que te permite ser un sujeto libre, crítico y pensante y por tanto no vivir en la ignorancia solo llega a la gente adinerada. Acceder a una buena cultura es difícil ya que hay más ruido que información.
En general, las medidas adoptadas por los últimos gobiernos no han sido muy acertadas ya que todos los entrevistados coinciden en diversos puntos. Destacan las críticas contra el IVA cultural, que hace que la cultura se encarezca tremendamente. Por lo tanto, los diferentes gobiernos han llevado a cabo una mala gestión de la cultura, llegándola a dejar olvidada cuando no tenía ni un ministerio propio. De hecho, su politización está fuera de toda duda. Solo hay que mirar cómo, en los últimos meses, el humor o la música han sido el centro de esta asociación.
La cultura en España, a nivel de creadores en general se ve de manera positiva. Es decir, hay buenos creadores en el mundo de la cultura. Sin embargo, a nivel de receptores o públicos se ve mal ya que hay muchas referencias directas de los entrevistados que afirman que la cultura en España se consume mal. No hay una tradición de apreciar la cultura y esto se debe a que las elites nunca han sido ilustradas entonces esto acaba repercutiendo en el pueblo.
Ninguno piensa que el consumo de cultura esté politizado. Es decir, que la cultura no entiende de colores ni de partidos políticos normalmente. Todos podemos consumir la cultura que tenemos a nuestro alcance. Eso es algo positivo teniendo en cuenta que hay países en los que el consumo de ciertos productos (especialmente musicales o audiovisuales) va muy ligado con la ideología.
En cuanto a la cultura como bien de lujo, hay discrepancias en función del ámbito cultural en el que se desenvuelva el entrevistado. Para los músicos, más que un bien de lujo, hay mucho acceso pero la gente no saca provecho de ello. En el mundo del cine, sí que se ve como bien de lujo en el sentido de que no todos tienen las mismas posibilidades.
La cultura es un derecho para el que tiene ganas. Con poder adquisitivo se puede tener más acceso aunque no es lo más importante. Internet hoy en día facilita el consumo de la cultura ya que está donde y cuando quieras. Los jóvenes han visto facilitada su acceso a la cultura gracias a plataformas streaming, pero eso no ha provocado que se vea la cultura como un lujo, alejándoles de su consumo. Sin embargo, este lujo para otros es inexistente, una simple excusa para no consumir cultura.
Los jóvenes no consumen menos cultura. Al contrario, ahora tienen más oportunidades para acceder a ella y eso es muy beneficioso. Los jóvenes no solo siguen consumiendo cultura sino que también la crean, aunque los adultos suelan desprestigiar o invalidarlo por consumir otro tipo de cultura. La cultura en España parece que está en ebullición y la tendencia de los jóvenes es estar en constante revisionismo y cuestionándose a sí mismos.
Los referentes culturales de la gente que se desarrolla en el ámbito cultural son muy diversos. Es decir, hay músicos que no han mencionado a otros músicos como referentes necesariamente. Por lo tanto, puede decirse que la cultura es un terreno muy amplio y en muchos casos inexplorado dentro del que todos los campos se influencian unos a otros dando un conjunto mucho más grande y diverso que es la propia cultura.
En el streaming la opinión es unánime: Ha servido para llegar a más gente y para que más gente pague por la cultura. Pero cuidado: No es lo mismo pagar 5 euros al mes por tener Spotify y escuchar todas las canciones que pagar 15 euros por el disco de tu artista favorito. Hay más gente que invierte en cultura pero cada vez se gasta menos dinero en ella. Aunque parezcan contrarias las ideas, es lo que está sucediendo hoy en día.
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